domingo, 24 de julio de 2016

Los modos de vida, las montañas

Saludos, aprovecho la ocasión para compartir una pequeña presentación sobre los modos de vida, específicamente las características de las zonas altas, con ejemplos concretos de su modo de subsistencia, sus prácticas cotidianas y los cerros más elevados. 

Despertando las competencias del siglo XXI

Se presenta un breve artículo elaborado para abordar las competencias del siglo XXI, relata la importancia de abordar desde los sistemas educativos la creatividad, la tolerancia, la comunicación, la colaboración, entre otras más; y sus principales beneficios para los estudiantes.

Espero sea de su agrado y lo puedan aprovechar.

Para saber más

Las consecuencias de las guerras para los seres humanos

El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el tema 
de las consecuencias de las guerras para los seres humanos
“Educar para la vida es educar para un mundo 
en el que nada nos es ajeno. La educación se ve obligada 
a replantear sus metas y a revisar sus contenidos”. 
José Gimeno Sacristán. 

Las guerras humanas son un problema antrópico que bien podría acabar con la vida sobre el planeta, los dos más grandes antecedentes así lo demuestran, mientras la Primera Guerra Mundial (1914-1918) acabo con la vida de más de 15 millones de personas y dejó 20 millones de heridos, mutilados, huérfanos y viudas, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) aniquilo a 60 millones de seres humanos, siendo el mayor crimen de eliminación de la especie humana, realizado por seres humanos en contra de otros seres humanos, así lo comprueba el escritor pakistaní Tariq Ali 
“la mayoría de los líderes socialdemócratas se ponían firmes mientras sus partidarios vestían los uniformes de sus países y comenzaban a matarse entre sí. Más de diez millones de personas perecieron en los campos de batalla de Europa en defensa de sus respectivos capitalismos, en un conflicto en el que una nueva gran potencia hizo su entrada en la escena mundial.” (Ali, 2004, p. 198). 
Lo más peligroso de la guerra además de su fuerza, violencia y letalidad, es el letargo y la poca capacidad humana para reaccionar cuando se quita la vida de otros seres humanos, muchos siguen las órdenes de aniquilamiento dadas por superiores sin pensar, razonar o argumentar que algo no anda bien, así lo hicieron los alemanes seguidores del nazismo en contra de judíos, gitanos, comunistas y enfermos mentales, así también lo hicieron los pilotos estadounidenses en contra de los habitantes de Hiroshima y Nagasaki –ambas ciudades japonesas- el riesgo de entrar en guerra es seguir las instrucciones de arrasar y morir en nombre de un sistema económico, político y social que es enemigo de los seres humanos, así lo expresa el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, 
“La lección más devastadora en el terreno moral de Auschwitz, de los gulags o de Hiroshima no es que podríamos ser recluidos en cualquier momento tras una alambrada de espino o conducidos en masa a las cámaras de gas, sino que (dadas las condiciones apropiadas) podríamos ser nosotros los vigilantes de los campos de concentración y los que introdujéramos los cristales blancos venenosos en los conductos de las chimeneas de las cámaras. Y tampoco es tan devastadora como lección la de que alguien podría arrojar una bomba atómica sobre nuestras cabezas comparada con la de que (dadas las condiciones apropiadas, de nuevo) podríamos ser nosotros los que la lanzáramos sobre las cabezas de otras personas.” (Bauman, 2007, p. 89) 
El verdadero peligro que corre la especie humana sobre el planeta es como lo señala Bauman, no lograr controlar las emociones, las argumentaciones y saber discernir de lo moralmente correcto y de lo ética e inmoralmente incorrecto, saber cuándo hay que promover el diálogo, la tolerancia y el intercambio de ideas en la solución de los problemas y diferencias entre los seres humanos y lo más grave, cuándo hacer uso de unas armas de gran poderío, que bien podrían iniciar una conflagración bélica de importantes e impredecibles consecuencias para los habitantes de una región o el planeta entero. 


El ser humano con su competencia por lograr desarrollar armas más efectivas y letales gasta una ingente cantidad de dinero por minuto en buscar mantener “la paz” atemorizando y diciéndole –demostrándole- al “otro” su capacidad militar, su capacidad en infraestructura y sobre todo su deseo de ensayar con dichas armas, promoviendo guerras sin sentido en diferentes lugares del mundo, el Medio Oriente es hoy día el mayor escenario de esas guerras sin sentido, donde mueren y quedan mutilados miles y miles de personas por año, en países como Irak, Siria, Líbano, Israel y Palestina. 
El mayor peligro de todo ello es que, ojala no llegue ese día, y los líderes mundiales sepan diferenciar entre lo que puede ser una guerra convencional contra un enemigo “débil” y una guerra que podría convertirse en mundial, con las nefastas consecuencias medioambientales y humanas que ello tendría. Para el filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky, las armas que se han logrado construir al día de hoy, bien podrían acabar con la vida de toda especie sobre el planeta, y por ello es que hay que hacer todo lo posible por oponerse al uso de la violencia y las armas en contra de otros seres humanos, así lo afirma 
“La preocupación por las amenazas del presente es generalizada y realista. En febrero de 2002 el famoso “reloj del Juicio Final” del Boletín de los Científicos Atómicos fue adelantado dos minutos hacia la media noche, (…) es probable que semejantes peligros se agraven en el largo plazo como consecuencia de la fácil apelación a la violencia”. (Chomsky, 2005, p. 107). 
Es clave saber que las acciones humanas para detener la vía violenta que en muchas ocasiones responden a intereses económicos, políticos o geoestratégicos de líderes y compañías muntinacionales para hacer y promover la guerra, tienen como contraparte a la sociedad humana mundial, quienes ya han demostrado a través de la historia que sus acciones pueden generar efectos positivos y lograr detener una guerra sin sentido. 
“En el transcurso de la historia moderna ha habido logros significativos en los derechos humanos y el control democrático de algunos sectores de la vida. Estos rara vez han sido obsequios de líderes ilustrados. Por lo común han sido impuestos a los Estados y otros centros de poder a través de la lucha popular.” (Chomsky, 2005, p. 334) 

Referencias bibliográficas
Ali, T. (2004) Bush en Babilonia. Madrid: Alianza Editorial. 
Bauman, Z. (2007). Miedo líquido. Barcelona: Editorial Paidós. 
Chomsky, N. (2005). Hegemonía o supervivencia. El dominio mundial de Estados Unidos. Bogotá: Editorial Norma. 
Galeano, E. (2007). Patas arriba, la escuela del mundo al revés. Buenos Aires: Siglo XXI Ediotores.